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¿Cómo debe ser una dieta equilibrada? Para que efectivamente una la dieta que seguimos cada día sea equilibrada, es fundamental conocer las necesidades diarias que tiene nuestro organismo.

En muchísimas ocasiones te hemos hablado que a la hora de disfrutar de una buena salud tanto desde un punto de vista general como desde un punto de vista nutricional, es el seguimiento de una dieta equilibrada.

Básicamente consiste en consumir alimentos naturales y saludables, pero en función del grupo de alimentos al que pertenezcan, y en definitiva a los nutrientes principales que aportan.

De esta forma, una dieta equilibrada se basará en función de la cantidad de hidratos de carbono, proteínas y grasas que debemos consumir cada día, y que nuestro organismo necesita diariamente.

¿Cómo debe ser una dieta equilibrada?

Se entiende por dieta equilibrada a una dieta diaria que respeta las diferentes necesidades nutricionales que tiene nuestro cuerpo, la cual debe a su vez adaptarse a las calorías que necesita la persona (en función de su estatura y complexión física).


Pero para que una dieta sea equilibrada no solo deben respetarse las necesidades nutricionales de nuestro organismo en función de la cantidad de hidratos de carbono, proteínas y grasas que debemos consumir diariamente. También debe incluir variedad de alimentos en las cantidades apropiadas.
Es fundamental que esta variedad se adecúe igualmente a las características que tenga cada persona, en función de su edad, sexo, complexión física y estilo de vida.

Para tenerlo bien presente, una buena opción es atender a la denominada como pirámide nutricional, y que nos ayudará a saber qué cantidades diarias deberíamos consumir cada día:


También debemos prestar especial atención a las necesidades nutricionales diarias:
  • 60% de hidratos de carbono
  • 15% de proteínas
  • 25% de grasas

Consejos para seguir una dieta equilibrada

  • Come pescado 4 veces a la semana.
  • Come carne 3 o 4 veces a la semana.
  • Come al menos 5 raciones de frutas y verduras cada día.
  • Come legumbres 3 veces por semana.
  • Opta por lácteos desnatados.
  • Evita los dulces, alimentos precocinados y fritos, y la bollería industrial. 


Fuente:
www.natursan.net
Imagen: knackeredhack



 Si ya estás yendo al gimnasio, pues has tomado una importante decisión en pro de tu salud; vas por bueno camino.

Ahora, muchas de las personas que están llevando una rutina regular en el gimnasio pueden estar cometiendo errores gravísimos sin saberlo, errores que limitan el rendimiento de nuestro cuerpo o que pueden resultar en accidentes terribles.

La información es poder, así que aquí les dejamos los 6 errores más comunes que cometemos en el gimnasio. ¡Evítenlos!

1. Tener el estómago vacío
Llegar al gimnasio con el estómago vacío es terrible. No importa si vas a las 6 a.m., para que nuestro cuerpo funcione correctamente debemos consumir algo que despierte al metabolismo. Si no quieres desayunar muy pesado, cómete un snack de entre 50 y 100 calorías. Puede ser una manzana, un yogurt o un rollito de jamón con queso. Trata de evitar la fibra porque es más difícil digerirla, esa déjala para el desayuno completo.

2. No calentar
Dedica por lo menos 5 minutos a hacer algo de calentamiento antes de empezar el ejercicio duro. Tus músculos lo resienten directamente. También enfría tus músculos cuando termines, con 5 minutos basta.

3. Hacer la misma rutina de cardio todos los días
Repetir la misma rutina todos los días es aburrido tanto para tu cerebro como para tus músculos. Llega un momento en que esta rutina no representa ningún reto para tu cuerpo y el rendimiento es menor.

Combina diferentes máquinas de cardio en la semana, o toma alguna clase de aerobics o kick boxing para aumentar el ritmo cardiaco.

4. Usar pesas demasiado ligeras
Tan malo es cargar demasiado peso como poco peso. Cuando se trata de entrenamiento físico la idea es que tus músculos se fatiguen después de 10 o 12 repeticiones. Entonces, si llevas 30 con una pesa y todavía no sientes el menor síntoma de cansancio muscular es que estás usando una pesado demasiado ligera.

5. No estirarte
Hacer estiramientos no sirve para quemar calorías, así que muchas personas los ignoran, pero es tan importante como una buena rutina de cardio. Estirarte mantiene la flexibilidad de tus músculos, previene lesiones y mejora tu postura.

Ahora, recuerda que los músculos fríos no se estiran bien, así que te recomendamos hacer la rutina de estiramientos después de haber hecho cardio.

6. No variar el entrenamiento de resistencia
Lo mismo que pasa con la rutina de cardio pasa con la de resistencia. Los músculos empiezan a acostumbrarse al peso que les pones y dejan de funcionar correctamente. Es importante variar tu rutina de resistencia, fuerza y volumen por lo menos cada 2 semanas.

Cambia el tipo de ejercicios, el orden con que los haces, los músculos que trabajas, las repeticiones, el peso y el equipo para que saques a tu cuerpo de su zona de confort constantemente y veas más resultados.



Fuente:
www.actitudfem.com



 Ejercitarse de manera adecuada, cumpliendo con una rutina de ejercicio bien diseñada y recibir consejos para mejorar tu desempeño deberían ser razones suficientes para contratar un personal trainer. 

Sin embargo, muchos creen que no es imperativo contar con la ayuda de un entrenador personal. Si bien puedes ser una persona responsable y consciente de tus limitaciones, tenemos algunas razones para entrenar con un personal trainer. Luego, será tu decisión.


Una rutina eficiente 

Cuando hablo de la eficiencia de una rutina no me refiero a los resultados obtenidos, sino a la estricta relación entre el plan de ejercicios elegido, las necesidades que debe satisfacer dicho plan y cómo te desempeñas.


Debes tener en cuenta si efectivamente estás haciendo los ejercicios que necesitas. Puedes pasar tiempo ejercitándote en vano para descubrir que no logras los resultados buscados.  Incluso, puede que ni siquiera sepas bien qué es lo que buscas.

Por ello, es importante la presencia de un profesional del fitness que pueda elaborar un plan de ejercicios para alcanzar ciertas metas. El personal trainer puede ayudarte, ya que sabrá con seguridad cómo conducir tu rutina de ejercicios y la frecuencia que necesitas seguir.

  
Motivación para el ejercicio 
Cuando hablamos de una rutina de ejercicio también nos referimos a la periodicidad de la práctica de ejercicio. Si tienes pereza o sólo te ejercitas cuando tienes ganas, poco sentido tendrá esperar buenos resultados. Quizás necesites lo que a todos nos ha hecho falta alguna vez: motivación para no dejar el ejercicio.

La motivación es una de las razones principales a la hora de buscar un personal trainer. No sólo porque se convertirá en la primera persona en darte ánimos durante el ejercicio, sino porque te satisfará lograr los resultados que ambos se proponen conseguir.

Además, no debes olvidar que le estarás pagando a un profesional, y seguramente quieras que esa inversión dé sus frutos. Si mantienes la motivación y cumples con tu parte de la mejor manera, habrá valido la pena el esfuerzo, ¿no crees?   

  
Conocimiento del cuerpo
Como buen profesional, un entrenador personal te guiará con pericia en la buena práctica del ejercicio, ya que conoce los límites que se debe exigir a una persona según su nivel de entrenamiento. Te ayudará a evitar los errores más comunes a la hora ejercitarse.
La guía del entrenador será fundamental para cuidar de tu salud, evitar lesiones y establecer los ejercicios más aptos para tu condición física y los resultados que buscas con ellos. O simplemente, aconsejarte cómo evitar los calambres.
  

Entrenamiento específico 
La combinación de una buena rutina, con la motivación necesaria y el mayor conocimiento técnico, hacen de un personal trainer la persona ideal para ayudarte con tus requerimientos específicos. ¿Quieres fortalecer determinada zona? ¿Saliste de una lesión y quieres recuperar la forma? Un entrenador calificado sabrá brindarte una serie de ejercicios idóneos y eficientes para lo que buscas.


Consejos de alimentación  
Sin llegar a los niveles de pericia de un nutricionista o médico, el entrenador personal seguramente sepa aconsejarte sobre la alimentación más adecuada a los resultados que esperas alcanzar con el programa de ejercicios. Con seguridad sepa qué alimentos debes evitar, cuáles privilegiar sobre otros o cómo debes alimentarte correctamente. 


Crear tu propia rutina  
En el mejor de los casos, cuando logres los resultados que buscas, o tomes conciencia de lo que debes hacer y aquello que debes evitar, habrás ganado en experiencia. Si aprendes de tu entrenador personal, con seguridad llegarás a saber cómo elegir tu propia rutina de ejercicio.

Espero que estas razones sean lo suficientemente ilustrativas para que comprendas la conveniencia de ayudarte con un entrenador profesional. De todas maneras, recuerda que debes ser cuidadoso a la hora de elegir un personal trainer.